lunes, 25 de julio de 2016

Alcohuaz, último pueblo del Valle del Elqui


La Serena y el Valle del Elqui

Estando en Horcón, pensábamos llegar a Alcohuaz tomando el furgón del "Pajarillo", ya que los buses en el Valle llegan solo hasta Pisco Elqui. El furgón baja todos los días de Alcohuaz a La Serena, partiendo a las 07:00 horas, luego sube pasando por Horcón aproximadamente a las 13:30, baja a las 14:00 horas (esa media hora es lo que demora en almorzar el conductor) y finalmente vuelve a subir aproximadamente a las 19:00 (pasando por Horcón a esa hora).

Según nos contaban los lugareños por el tramo que necesitábamos el furgón cobraba $800.







A eso de las 13:15 horas, vimos sorpresivamente pasar un furgón a gran velocidad, sin letreros ni nada que lo identificara, el conductor con la vista en la ruta nunca nos miró y se alejó en un segundo dejando una estela de polvo en el camino y en nuestros rostros una expresión tragicómica, pues era hasta gracioso pensar que estuvimos toda la mañana recorriendo y haciendo hora por la bendita furgoneta, que aparecía como haciéndonos burla una y otra vez entre las curvas que bordeaban la montaña, ahí va el "Pajarillo" pensábamos.

Plan B, hicimos dedo y a los diez minutos íbamos recorriendo las mismas curvas que aquel vehículo innombrable en el último tramo del Valle del Elqui, no nos podíamos quejar de nuestra suerte, hasta cervezas nos ofrecieron, pero era muy temprano dijimos los muy mojigatos.




Afortunadamente nos dejaron a unos 200 metros antes del pueblo, por lo que pudimos recorrerlo de principio a fin de una sola vez.

A primera vista encontramos un paisaje seco en subida, muy pocas casas y en su mayoría de adobe, estábamos a los pies de una montaña nevada en sus cumbres, cuyos únicos verdores eran los cactus de sus laderas, todo lo demás era roca y/o tierra suelta.


Caballos

El principal motivo de nuestra visita a Alcohuaz (incluso más allá de conocer el último rincón del Valle) era comprar mucho queso de cabra barato y comer con pan amasado o con lo que fuera, solo teníamos claro que queríamos empacharnos con queso de cabra. Nos gustaría poder hablarles acerca de esa rica experiencia, pero el queso se había agotado el día anterior y nos tuvimos que conformar con unos muy poco lácteos plátanos.

Seguimos avanzando por la única calle del pueblo y llegamos a la iglsia, que si bien estaba cerrada, desde su jardín logramos una preciosa vista hacia la montaña nevada que estaba junto a Alcohuaz.


Saliendo del pueblo hacia el otro extremo, un camino de tierra seguía hacia el Valle, que a todas luces nos estaba invitando a descubrir qué había más allá, fue tanto el impulso que lo seguimos más de un kilómetro solo por curiosidad con el "Río Claro o Derecho" por un lado (afluente del Río Turbio, que a su vez es afluente del Río Elqui) y una montaña por el otro, pero solo encontramos una que otra parcela. Según nos dijeron después no había nada por ese camino salvo casas aisladas.


Hicimos dedo entonces y en menos de 10 minutos íbamos directo a Pisco Elqui por segunda vez.

Conclusiones:


-Siendo un lugar tan aislado y con muy poco tránsito de vehículos, no nos costó nada hacer dedo.
-Jamás nunca volver a confiar en alguien cuyo apodo termine en "illo".
-En Alcohuaz hay un minimarket muy surtido, pero no tiene caja vecina, por lo tanto hay que llevar efectivo (la caja vecina más cercana está en Horcón)

Si la aventura es buena, siempre hay que dejar un rincón inexplorado para volver.

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